Iglesia Evangélica Bautista de Albacete

Serie de Santiago 1:16

Santiago 1:16 «No engañándonos a nosotros mismos»

En esta reflexión basada en Santiago 1:16, se enfatiza que Dios no es la fuente de la tentación, ya que Él no puede ser tentado ni tienta a nadie. La tentación proviene de nuestros deseos desordenados y pecaminosos. Además, se destaca la responsabilidad personal frente a la tentación y el pecado; no podemos culpar a otros, sino que debemos reconocer nuestra propia culpa. Finalmente, se subraya la necesidad de depender totalmente de Dios para resistir la tentación. La clave es entender que el mal está en nuestros deseos pecaminosos, y el bien en Dios.

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