Iglesia Evangélica Bautista de Albacete

La Roca de nuestra Salvación

Devocional diario basado en el Salmo 40:1-2

Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.»

Salmo 40:1-2

CONTEXTO

El libro de los Salmos es una fuente inagotable de consuelo y esperanza para el creyente. En estos versículos, David expresa su confianza en Dios, destacando cómo el Señor respondió a su clamor y lo sacó de una situación desesperada, estableciéndolo sobre una base firme. Este pasaje nos recuerda que en medio de nuestras dificultades y angustias, podemos esperar pacientemente en el Señor, sabiendo que Él escucha y responde a nuestras oraciones.

David, conocido como el hombre conforme al corazón de Dios, nos muestra que la espera en el Señor no es en vano. A través de sus experiencias, comprendemos que Dios siempre se inclina hacia nosotros cuando clamamos con fe y perseverancia. En un mundo lleno de incertidumbres, el creyente puede encontrar seguridad en la promesa de que Dios no solo escucha, sino que también actúa a nuestro favor.

I. DIOS ESCUCHA NUESTRO CLAMOR
David nos recuerda que Dios escucha atentamente a aquellos que claman a Él con fe. Este versículo nos asegura que, aunque a veces pueda parecer que nuestras oraciones no son respondidas inmediatamente, Dios está atento y responderá en su tiempo perfecto

Mantengamos la esperanza y continuemos orando, sabiendo que Dios nos escucha y responderá en su momento adecuado.

1 Juan 5:14 – «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.»

II. DIOS NOS LIBERA DE LA DESESPERACIÓN

David describe su situación como un pozo de desesperación, una imagen de profunda angustia y desesperanza. Sin embargo, afirma que Dios lo sacó de esa situación, mostrando el poder de Dios para liberarnos de nuestros momentos más oscuros. Confiemos en que Dios puede liberarnos de cualquier circunstancia desesperante. Busquemos su ayuda y creamos en su poder para transformarnos.

Salmo 34:17 – «Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.»

III. DIOS NOS ESTABILIZA Y GUÍA

Una vez que Dios rescata a David, no solo lo saca del peligro, sino que también pone sus pies sobre roca y endereza sus pasos. Esto simboliza la estabilidad y la dirección que Dios proporciona a quienes confían en Él. Permitamos que Dios guíe nuestros pasos. Confiemos en su dirección y sigamos sus enseñanzas para vivir una vida estable y dirigida por Él.

Proverbios 3:5-6 – «Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.»

CENTRALIDAD EN CRISTO

No nos dejemos vencer por la desesperación ni por las circunstancias adversas. En lugar de ello, enfoquemos nuestros ojos en Cristo, la roca de nuestra salvación. Él es nuestra fortaleza y nuestra guía, y en Él encontraremos el camino verdadero.

En medio de las pruebas, hagamos memoria de las veces que Dios nos ha rescatado en el pasado y confiemos en que lo hará de nuevo. Que nuestra fe no vacile, sino que se fortalezca al recordar la fidelidad de Dios. En Cristo, tenemos la seguridad de que nuestras oraciones no son en vano, y que Él nos dará la estabilidad y dirección que necesitamos.

PARA MEDITAR

En momentos de crisis, ya sean personales, familiares, podemos confiar en que el Señor nos escucha y nos rescata. Esta promesa no solo se aplica a situaciones físicas, sino también a las luchas en el alma. Cuando estamos atrapados en el pecado o en la desesperanza, Dios es capaz de sacarnos y restaurarnos.

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IEB ALBACETE

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