Iglesia Evangélica Bautista de Albacete

LA LIBERACIÓN EN CRISTO

Devocional diario sobre la liberación en Cristo y la transferencia al reino de Dios

«El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.»

Col 1:13

CONTEXTO

La carta a los Colosenses fue escrita por el apóstol Pablo mientras estaba en prisión, alrededor del año 60-61 d.C. Pablo escribió esta carta para combatir las falsas doctrinas que amenazaban a la iglesia de Colosas, mezclando elementos del judaísmo, paganismo y gnosticismo. Estos falsos maestros negaban la plena deidad y suficiencia de Cristo, promoviendo una mezcla de prácticas ascéticas y místicas. En este contexto, Pablo enfatiza la supremacía y suficiencia de Cristo en todas las cosas, describiendo cómo los creyentes han sido liberados del dominio de las tinieblas y trasladados al reino de Cristo .

I. LIBERACIÓN DEL PODER DE LAS TINIEBLAS

Pablo declara que Dios nos ha librado del poder de las tinieblas. Esta liberación implica ser rescatados de la tiranía de Satanás y el pecado, un tema trascendental en las Escrituras. Este acto de liberación nos saca de un estado de esclavitud espiritual y nos coloca bajo la autoridad de Cristo, quien nos ofrece libertad y vida nueva. Referencias: Éx 6:6; Sal 33:18-19.

II. TRANSFERENCIA AL REINO DE CRISTO

El término «trasladado» sugiere un cambio radical de ciudadanía, como sacarnos espiritualmente de un reino a otro. Hemos sido trasladados del reino de la oscuridad al reino de su Hijo amado. Esta transferencia no es meramente un cambio de estado, sino una reubicación total en un nuevo reino donde Cristo reina y nosotros participamos de su herencia y promesas. Referencias: Flp 3:20; Ef 2:19.

III. PARTICIPACIÓN EN LA HERENCIA DIVINA

Ser trasladados al reino de Cristo significa que ahora participamos en las bendiciones y herencia de los santos. Esto incluye no solo la liberación del pecado y la muerte, sino también la adopción como hijos de Dios, con todos los derechos y privilegios que esto conlleva. Nos convertimos en coherederos con Cristo, llamados a vivir en la luz de su amor y gracia. Referencias: Ro 8:17; Ef 1:11-14.

CRISTO ES EL CENTRO

Cristo es el fundamento y la culminación de esta liberación y transferencia. Él, a través de su muerte y resurrección, nos ha rescatado y nos ha hecho partícipes de su reino eterno. Jesús no solo nos libera del poder del pecado, sino que también nos guía y nos sostiene en su reino, donde encontramos verdadera paz y propósito. Su obra redentora nos asegura una relación restaurada con Dios, garantizando nuestra herencia eterna en Él.

PARA MEDITAR

«¿Cómo puedo vivir diariamente bajo la realidad de haber sido trasladado del reino de las tinieblas al reino de Cristo? ¿De qué manera esta nueva ciudadanía en el reino de Cristo transforma mi perspectiva y acciones diarias?»

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