Iglesia Evangélica Bautista de Albacete

JESÚS, NUESTRO DESCANSO

Imagen que representa el descanso en el día de reposo

También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo

Marcos 2:27

CONTEXTO

En el segundo capítulo de Marcos, Jesús enfrenta la crítica de los fariseos por la conducta de sus discípulos en el día de reposo. Los fariseos, muy estrictos en la observancia de la Ley, cuestionan a Jesús por permitir que sus discípulos recojan espigas en sábado. Jesús responde con la declaración de que el sábado fue hecho para el beneficio del hombre, no el hombre para el sábado. Esta respuesta resalta el propósito del día de reposo como un regalo de Dios para el descanso y la renovación del ser humano, y no como una carga legalista.

I. EL DESCANSO ES UN REGALO DE DIOS
Dios diseñó el día de reposo para el bienestar del ser humano. Es un tiempo destinado a descansar y recargar energías, alejándonos de las tareas cotidianas. Este día es una expresión del amor de Dios, quien desea nuestro bienestar y paz. Éxodo 20:8-10: «Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios.»

II. EL DESCANSO NOS PERMITE ENFOCARNOS EN DIOS

El parar del quehacer diario no solamente es para descansar, sino también para renovar nuestra relación con Dios. Nos da la oportunidad de apartar tiempo para la adoración, la oración y la meditación en Su Palabra. Isaías 58:13-14: «Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová…entonces te deleitarás en Jehová.»

III. EL DESCANSO ES UNA MUESTRA DE LA GRACIA DE DIOS

Jesús nos muestra que el día de reposo debe ser entendido a través de la gracia y no del legalismo. No se trata de cumplir reglas estrictas, sino de entender que Dios nos da este tiempo por amor y para nuestro beneficio. Mateo 12:7-8: «Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.»

CRISTO ES EL CENTRO

Jesús representa nuestro día de reposo y en Él encontramos el descanso perfecto. Él nos invita a venir a Él con nuestras cargas y encontrar descanso para nuestras almas. Su sacrificio nos ha dado un reposo eterno, no solo físico sino espiritual, al reconciliarnos con Dios. Mateo 11:28-30: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.»

Jesús es nuestro descanso y nos libera de reglas legalistas. Descansar en Jesús es una oportunidad para recibir la gracia y el descanso que nuestro cuerpo y espíritu necesitan.

En la época de Jesús, los fariseos imponían reglas estrictas sobre el día de reposo, olvidando su verdadero propósito. Jesús, al sanar y hacer el bien en sábado, nos enseña que él es el verdadero reposo y que su compasión y su misericordia para con nosotros son más importantes que los rituales vacíos. Debemos recordar que Jesús se muestra como nuestro verdadero descanso y es la expresión del amor de Dios hacia nosotros, donde solamente en él encontraremos tiempo para sanar, crecer y disfrutar de Su presencia.

Aplicando este principio a nuestra vida actual, debemos buscar momentos de descanso y dedicarlos a Dios, permitiendo que Él renueve nuestras fuerzas y nos guíe. En un mundo que constantemente demanda nuestra atención y energía, encontrar descanso en Jesús es esencial para nuestra salud espiritual y emocional.

Tomemos su ejemplo y permitamos que el tiempo de descanso, sin legalismos, sea un recordatorio de la bondad de Dios y de su deseo de que vivamos vidas llenas de paz y confianza. Confiemos en que, al apartar tiempo para descansar en el Señor, encontraremos la renovación que necesitamos para enfrentar los desafíos diarios con fe y fortaleza.

PARA MEDITAR

¿Cómo puedo aprovechar mi tiempo para descansar en Dios y renovar mi relación con Él?

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IEB ALBACETE

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