Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir

Lucas 6:38

CONTEXTO

En este pasaje, Jesús está enseñando a sus discípulos sobre la importancia de la generosidad y la misericordia en la vida de un creyente. Este versículo es parte del sermón conocido como el del llano, donde Jesús expone principios fundamentales para vivir en el Reino de Dios. Aquí, Jesús desafía a sus seguidores a dar sin esperar nada a cambio, asegurando que Dios recompensará su generosidad abundantemente.

TRES RAZONES PARA CAMBIAR

I. LA GENEROSIDAD REFLEJA EL CARÁCTER DE DIOS

Jesús enseña que al dar, estamos imitando el carácter generoso de Dios. Dios, quien da abundantemente y sin reservas, es nuestro modelo supremo de generosidad. Al ser generosos, reflejamos Su amor y bondad a los demás.
Hoy, persigue oportunidades para ser generoso con lo que tienes, ya sea tiempo, recursos o atención. Al hacerlo, estarás mostrando a otros el carácter de Dios.
2 Corintios 9:6-8: «El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.»

II. LA GENEROSIDAD TRAE BENDICIONES

La promesa de Jesús es clara: lo que damos nos será devuelto en abundancia. Esta no es una garantía de riqueza material, sino una bendición espiritual y emocional que llena nuestras vidas con gozo y satisfacción.
Demos con un corazón alegre y observemos cómo Dios no solo cubre nuestras necesidades, sino que también nos llena de alegría y paz interior.

Proverbios 11:24-25: «Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.»

III. LA GENEROSIDAD TRANSFORMA NUESTRAS VIDAS

La práctica de la generosidad tiene un impacto transformador en nuestras vidas. Nos libera de la avaricia y el egoísmo, cultivando en nosotros un espíritu de humildad y gratitud. Permite que la generosidad transforme tu perspectiva y prioridades. A medida que das, notarás cómo tu corazón y mente se alinean más con los valores del Reino de Dios.
Hechos 20:35: «Más bienaventurado es dar que recibir.»

CRISTO ES EL CENTRO

Jesús es el ejemplo perfecto de generosidad. Su vida y sacrificio fueron el acto supremo de dar. Él no solo dio de lo que tenía, sino que se dio a Sí mismo completamente por nosotros.
Sigue el ejemplo de Cristo y da de ti mismo a los demás. Permite que Su amor y sacrificio te motiven a vivir una vida de entrega y servicio.

Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»

PARA MEDITAR

En este versículo, Jesús nos asegura que la medida que utilicemos para dar, será la misma que se usará para recompensarnos.

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IEB ALBACETE

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