Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.»

Isaías 26:4

CONTEXTO

Isaías 26 se encuentra dentro de una serie de profecías de consuelo y esperanza para el pueblo de Israel. Este capítulo específico es un cántico de confianza y celebración por la salvación de Dios. En medio de los juicios y la disciplina, Isaías ofrece palabras de esperanza, exhortando al pueblo a confiar en Dios perpetuamente, reconociendo que Él es la fuente de fortaleza y seguridad eterna. Este versículo es un llamado a poner nuestra total confianza en Dios, no solo en tiempos de prosperidad, sino en toda circunstancia.

I. CONFIANZA EN DIOS ES UNA ROCA FIRME

Dios es descrito como una roca eterna, inmutable y segura. Al confiar en Él, encontramos una base sólida para nuestra vida, algo que no puede ser sacudido por las circunstancias.

Cuando enfrentes situaciones inciertas o desafiantes, recuerda que Dios es tu roca firme. En lugar de depender de tus propias fuerzas, refúgiate en Él, sabiendo que Su estabilidad es inquebrantable.

Salmo 18:2: «Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.»

II. LA FORTALEZA DE DIOS ES ETERNA

No solo es Dios una roca firme, sino que su fortaleza es eterna. Esto significa que su capacidad para sostenernos no tiene fin y su poder es suficiente para cualquier situación que enfrentemos.

En momentos de debilidad, recuerda que la fortaleza de Dios nunca se agota. Confía en que su poder se perfecciona en tus debilidades, y permite que su gracia te sostenga y fortalezca.

2 Corintios 12:9: «Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.»

III. CONFIAR EN DIOS TRAE PAZ

La confianza en Dios no solo nos da seguridad y fortaleza, sino que también nos otorga paz en medio de las tormentas. Esta paz proviene de saber que Dios tiene el control y que Él está obrando todas las cosas para nuestro bien.

En tiempos de ansiedad o preocupación, enfoca tu mente en Dios y sus promesas. Permite que su paz, que sobrepasa todo entendimiento, llene tu corazón y mente, recordándote que Él tiene el control.

Isaías 26:3: «Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.»

CRISTO ES EL CENTRO

Jesús es la manifestación plena de la fortaleza y la paz de Dios. En Él encontramos la máxima expresión de la seguridad eterna, ya que su sacrificio en la cruz nos asegura una esperanza que trasciende esta vida. Al confiar en Cristo, no solo estamos confiando en nuestra fortaleza y salvación presente, sino en una eternidad segura en su presencia.

Vive cada día confiando en Jesús como tu roca eterna y fuente de fortaleza. Deja que su paz gobierne tu corazón y pensamientos, sabiendo que en Él tienes una seguridad y esperanza inquebrantable.

PARA MEDITAR

La confianza en Cristo no es algo transitorio; es una actitud constante y eterna. Esta verdad nos llama a depender en Jesús en cada momento de nuestra vida, sabiendo que en Él encontramos la fuerza y la estabilidad que el mundo no puede ofrecer.

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Devocional Diario
IEB ALBACETE

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